19/12/13

Josip Šimunić: sanción por la patria

La selección de fútbol de Croacia ha saltado a la palestra esta semana. Por desgracia, no se debe a causas futbolísticas, ni tampoco a nada relacionado con sus mejores jugadores: los Modrić, Rakitić , Mandžukić, etc. El responsable de que se esté hablando de la selección de Croacia es Josip Šimunić; la causa, unos cánticos nazis, "conducta discriminatoria" según la FIFA. El jugador croata deberá cumplir diez partidos de sanción, por lo que se perderá el Mundial de Brasil en su totalidad y varios partidos internacionales más, según la ronda en la que caiga eliminada su selección. Además, deberá pagar una multa de cerca de 25.000 euros.

No es tan mediático como alguno de sus compañeros, pero sí un jugador muy apreciado en Croacia. Hijo de inmigrantes croatas en Bosnia, Šimunić nació en Canberra (Australia), fruto de la diáspora del pueblo croata. Esta misma historia la vivieron algunos otros futbolistas de mismo origen balcánico como Mark Viduka -en su día jugador del Middlesbrough que jugó la final de la UEFA contra el Sevilla en 2006- o Željko Kalac -portero de 2,10 m. que defendió, entre otras, la portería del AC Milan-. Pero estos dos jugadores optaron por la selección australiana, mientras que Josip Šimunić prefirió representar a su país de origen, Croacia.

Tras obtener la doble nacionalidad en octubre de 2001, Šimunić debutó en un amistoso frente a Corea del Sur. No disputó ninguno de los partidos de la fase de clasificación para el Mundial de Corea y Japón, pero entró en la convocatoria para la fase final por la lesión de un compañero y, de hecho, disputó los tres partidos de la fase de grupos tras la que Croacia caería eliminada. Desde entonces, ha sido un fijo en la selección, jugando también la Eurocopa de 2004, el Mundial de 2006 y la Eurocopa de 2008, pues en la de 2012 estuvo pero no llegó a jugar ni un minuto. Todo esto le ha valido a Josip Šimunić para ser el tercer jugador con más apariciones internacionales con su país, en una lista que encabeza Darijo Srna -capitán del Shakhtar Donetsk, equipo del que hablé hace poco (ver artículo)-.

En 2006, Šimunić recibió tres tarjetas amarillas en un mismo partido

No es la primera vez que Šimunić es protagonista actuando con la camiseta ajedrezada. El hoy jugador del Dinamo de Zagreb puede presumir de haber seguido disputando un partido después de haber recibido dos tarjetas amarillas. Fue en el Mundial de Alemania 2006, precisamente contra su Australia natal. Sin embargo, el bueno de Šimunić no quedó satisfecho con las dos tarjetas y buscó la tercera, la de la vencida, que sí que le supondría la expulsión. Graham Poll, colegiado inglés que arbitró este encuentro, decidió no pitar más partidos internacionales después de este error.

Hace apenas unos meses, en el Serbia-Croacia de la fase de clasificación para el Mundial, Šimunić también tuvo cierta cota de protagonismo. En ese partido, en el que había más soldados alrededor del terreno de juego que futbolistas dentro de él, Šimunić vio la tarjeta roja. Era el minuto 80, con 1-1 en el marcador, y el croata decidió parar una peligrosa contra rival así:



Serbia-Croacia: de las gradas al campo de batalla

La rivalidad entre estos dos países es de sobra conocida y el fútbol es uno de los ambientes donde se manifiesta con más fuerza. De hecho, hay quien defiende que la guerra entre Serbia y Croacia estalló definitivamente el 13 de mayo de 1990, tras el clásico de la antigua Yugoslavia entre el Dinamo de Zagreb y el Estrella Roja de Belgrado. Una placa a la entrada del estadio Maksimir de Zagreb, donde se disputó el partido, representa a aficionados croatas transformándose en soldados, con una inscripción que reza: "Para los seguidores del equipo, que comenzaron la guerra con Serbia en este estadio el 13 de mayo de 1990". Dicho partido acabó en una multitudinaria pelea entre hinchas de uno y otro equipo y con la policía federal yugoslava, controlada por los serbios, ensañándose con los aficionados del equipo croata. Este día, el fútbol nos dejó una imagen para la historia: la patada del croata Boban a un policía. El jugador -que más tarde tendría una exitosa carrera en el AC Milan- reaccionó así al ver como el policía linchaba a un aficionado del Dinamo.


Los cerca de 3.000 hinchas del Estrella Roja desplazados a Zagreb aquel día estaban liderados por Zeljko Ranatovic, más conocido como Arkan, líder paramilitar serbio ya fallecido, que fue acusado de varios crímenes de guerra durante estas Guerras Yugoslavas de los 90.

El historial de Šimunić se volvió a manchar hace tan solo un mes. Fue tras el partido de vuelta entre Croacia e Islandia de la repesca para Brasil 2014, disputado en el estadio Maksimir, que le dio el pase al Mundial a los croatas. Durante la celebración en el campo, Šimunić cogió el micrófono y se dirigió a sus aficionados: "¡Za dom!", a lo que la grada respondió: "¡Spremni!", que viene a decir algo así como: "Por la patria, listos", a priori nada fuera de lo normal. Sin embargo, este "Za dom spremni" fue utilizado por la Ustaše, una organización terrorista croata cuyo fin era la independencia de Croacia. Este grupo lideró el Estado Independiente Croata entre 1941 y 1945, un protectorado de la Alemania de Hitler donde fueron asesinados decenas de miles de judíos, serbios, gitanos y disidentes políticos. No es de extrañar entonces que la FIFA considere este saludo discriminatorio y ofensivo para la dignidad de un grupo de personas por razón de su raza, religión o lugar de nacimiento.



Šimunić vio la Eurocopa de 2012 desde el banquillo. Sin embargo, el Mundial lo vivirá desde otra perspectiva; en esos diez partidos, el croata tiene incluso prohibido el acceso a los estadios. Éste es Josip Šimunić: sancionado, por la patria.






12/12/13

Shakhtar Donetsk: acercando a Europa la región prorrusa

El invierno en Ucrania pinta duro. Y no, no por el frío. Europa o Rusia, ése es el dilema. El país está dividido entre los que quieren desvincularse de la dependencia de Rusia, con vistas a formar parte de la Unión Europea, y aquellos que no ven con buenos ojos esa europeización. Esta división se refleja también en el aspecto geográfico: el europeísmo está presente en el centro y el oeste del país, con la capital Kiev como máximo exponente, mientras que la zona este y sur de Ucrania –centro industrial y minero- es territorio prorruso.

Donbass es una de esas regiones del este a favor de Rusia, conocida por su industria y su minería, y en la que se encuentra la ciudad de Donetsk. Ésta es la ciudad que vio nacer a dos grandes protagonistas de la actualidad del país: Viktor Yanukóvich -presidente de Ucrania- y Rinat Ajmétov –presidente del Shakhtar Donetsk-. Este Ajmétov fue declarado hombre más rico de Europa en 2008, gracias al control que ejerce sobre la mayor parte de la industria metalúrgica de la región de Donbass. Sin embargo, hay quien lo relaciona con la mafia y con un grupo terrorista que dirigía Akhat Bragin, el que fuera presidente del Shakhtar Donetsk hasta que, en 1995, una bomba que estalló en el estadio durante el Shakhat-Tavria acabara con su vida. Ajmétov tomó entonces las riendas del club, que desde ese momento no ha parado de crecer. Ha sido y sigue siendo uno de los principales apoyos económicos del Partido de las Regiones que lidera el presidente Viktor Yanukóvich, aunque dicen que su relación se enfrió desde que éste llegara al poder del país, pues desde ese momento los grupos empresariales de ambos han mantenido una fuerte rivalidad económica. Pese a ello, hay algo que todavía los mantiene unidos: su pasión por el Shakhtar Donetsk. El jefe de Gobierno de Ucrania es un habitual del palco que preside Rinat Ajmétov.

El Shakhtar es un emblema de la lucha contra “la otra Ucrania”

Este club de Donetsk está vinculado a la cultura industrial y prorrusa de la región de Donbass –que da nombre al estadio del equipo- y un emblema de la lucha contra los capitalinos de Kiev. Con ocho títulos ligueros, es el segundo equipo más laureado del país, precisamente después del Dinamo de Kiev, que acumula trece. Todos los títulos que el Shakhtar ha ganado en Ucrania –ya había ganado alguno durante la época soviética- han llegado con Ajmétov como presidente, ganando también bajo su mandato la Copa de la UEFA de 2009.

Es paradójico que el equipo puntero de esta región tan cercana a Rusia –en lo geográfico y en lo económico- sea la mayor referencia del país a nivel europeo. Es también curioso que el equipo de esta ciudad de Donetsk –tan en contra del aperturismo y donde la mayor parte de la población es rusa- tenga diez brasileños en su plantilla y un total de catorce extranjeros. Entre las principales ligas europeas, la  ucraniana es la segunda con mayor porcentaje de jugadores nacionales, sólo después de la Eredivisie holandesa. Otra muestra más del hermetismo que hay en el fútbol ucraniano es que todos los jugadores que entraron en la última convocatoria de la selección para disputar la repesca contra Francia jugaban en la liga nacional. Es por esto que llama la atención este contraste entre la población de la ciudad, de mayoría rusa y opuesta a la Unión Europea, y su equipo, plagado de extranjeros y centrado en las competiciones continentales.

Como si del Telón de Acero se tratase, la división entre defensa y ataque en el Shakhtar separa lo nacional de lo foráneo. Según la web del club, la primera plantilla está compuesta por 30 jugadores. Entre porteros y defensas suman 15, siendo 13 ucranianos y sólo dos extranjeros: el lateral croata Srna, capitán y jugador fundamental en los planes del entrenador Lucescu, y el brasileño Ismaily, lateral izquierdo suplente. Atravesamos ese Telón de Acero y llegamos a la zona de ataque, donde hay otros 15 jugadores. Aquí la excepción son los ucranianos, ya que apenas hay tres y se podría decir que tan sólo el mediocentro Stepanenko es de los habituales en el equipo. Es aquí donde mayor peso toman los brasileños, que ocupan todo el frente de ataque, exceptuando la posición de medio más posicional, donde Stepanenko y el checo Hübschman se reparten los minutos. 

Once con los jugadores más habituales 

Tras caer derrotado el martes pasado en Manchester, el Shakhtar ha quedado eliminado de la Champions League, por lo que el sueño de su presidente Ajmétov de levantar la Orejona tendrá que esperar. A golpe de talonario, seguirá luchando para alcanzar ese sueño, sin importarle llenar su equipo de jugadores extranjeros. Muchos en Donetsk soñarán con ver sólo ucranianos y rusos en su campo cada noche de Champions, pero de momento, esta apertura hacia el producto foráneo es lo que ha favorecido que el equipo se de a conocer en Europa. El Shakhtar, con todos sus extranjeros, ha puesto a Donetsk en el mapa, aunque a muchos en la ciudad les pese.

11/11/13

Derbi del Ródano: provocación en territorio hostil

Era una noche grande y todos en Saint-Étienne lo sabían. El Stade Geoffroy-Guichard era un auténtico hervidero; nadie se quería perder el “derbi del Ródano”. Llegaban los vecinos de Lyon y la afición trató de hacer que su estancia fuera lo más hostil posible. Si la famosa llama robada en un circo de Burdeos ganaba aún más fama por protagonizar el saque de honor en el Girondins-Nantes (que, por cierto, muchas risas con la llama, pero al Burdeos le cayeron tres), Pierre-Emerick Aubameyang, ex jugador del Saint-Étienne dándose ahora a conocer en Dortmund, cumplió esa misma función en este encuentro entre los dos grandes equipos de la región de Ródano-Alpes: el Saint-Étienne, de más larga tradición, y el Olympique de Lyon, cuyo esplendor está más reciente. (En este enlace se puede ver el vídeo con el que el canal oficial de la Ligue 1 promocionaba el partido: http://www.youtube.com/watch?v=IByNjmUCZ1M&hd=1)

No hay más que verlo para hacerse una idea del ambiente que podía haber en la noche del domingo para recibir al eterno rival. La hinchada de Les Verts (apodo del Saint-Étienne) es una de las más numerosas y calientes, y esto, en un derbi, tiende a multiplicarse. Sin embargo, los locales no fueron los únicos que se encargaron de poner color en el derbi, pues todo el cuerpo técnico del Olympique de Lyon saltó al campo con la bufanda del equipo al cuello, en un gesto que podría entenderse como una provocación. El entrenador del Lyon fue más allá y decidió calzarse unas zapatillas con los colores del equipo y el nombre ‘Bad Gones’ en ellas, en homenaje al grupo ultra lionés. Este grupo radical, de ideología neonazi y del que dicen que tiene relación con los Ultra Sur del Real Madrid, ya causó incidentes en su visita a San Sebastián hace apenas unos meses con motivo del partido de vuelta de la previa de Champions League entre Real Sociedad y Olympique de Lyon. Como es normal, el postpartido ha sido una lluvia de críticas a Rémi Garde por este gesto.

El de azul es el preparador de porteros, protagonista antes del partido
(Foto de la web del Lyon)
Toma de CANAL + de las zapatillas de Rémi Garde

Pues bien, por si todo esto fuera poco, el entrenador de porteros del Lyon, Joël Bats, tuvo la genial idea de colgar una de esas bufandas en la portería en la que estaba calentando con el portero Mathieu Gorgelin, que estrenaba titularidad en el primer equipo del Olympique de Lyon. Y, por supuesto, se lió.



Lo cierto es que este gesto no ayudó demasiado al portero lyonnais, que se mostró muy inseguro durante todo el encuentro en sus salidas. De hecho, en el gol del Saint-Étienne se queda en tierra de nadie por esas dudas a la hora de salir y en algunas de sus salidas ni siquiera llegó a tocar el balón.

Pese a este tenso pre partido, la primera parte fue bastante sosa. Los porteros apenas tuvieron que intervenir y se llegó con 0-0 al descanso. Pero, por suerte, la segunda parte fue mucho más animada. No pretendo hablar del partido (que para eso ya pongo abajo el enlace al vídeo con el resumen) pero es obligatorio destacar el desenlace final. El Saint-Étienne se volcó en busca de la victoria tras lograr el empate y muy cerca estuvo de conseguirlo en varias ocasiones, con remate al larguero incluido. Sin embargo, cosas del destino –muy cruel con los locales en esta ocasión- el Lyon se llevó el derbi con un cabezazo de Jimmy Briand en el último minuto de partido. Finalmente, la provocativa puesta en escena del cuerpo técnico del Olympique de Lyon mereció la pena. ¡Qué mejor manera de ganar un derbi fuera de casa!

Enlace para ver el resumen del partido: http://www.youtube.com/watch?v=cyVpksInjSg&hd=1

9/10/13

Giorgio Chiellini, el central que más recibe

Apenas se habían jugado cuatro minutos de la segunda mitad cuando las cámaras enfocaban a Giorgio Chiellini retorciéndose de dolor en el área pequeña del Milan. Nadie había visto nada, o al menos ninguno de los cinco árbitros sobre el césped. Entre ellos estaba el juez de área, figura famosa en competiciones europeas por su poco o nulo peso a la hora de tomar decisiones. Pocas veces se mojan, pero esta vez ni siquiera pareció ver lo sucedido, a pesar de ser el mejor colocado. Mexès debió de pensar que era un genio, que él daba y no le veían y,visto lo visto, razón no le faltaba. O quizás sí. Es cierto que ninguno de los árbitros del encuentro pudo ver que el central francés soltaba su puño derecho rumbo a la cabeza de Chiellini. Mexès había pasado la primera prueba, la del ojo humano. Los fallos del directo, supongo. Pero cada vez es más difícil superar la segunda, la del objetivo de las numerosas cámaras de televisión que recogen hasta el más mínimo detalle en cada partido. Las consecuencias de no superar esta segunda "prueba" serán nefastas para el jugador y también para el Milan: cuatro partidos de sanción. Pero hay algo más curioso en todo esto. Tras su agresión a Chiellini, el central milanista pudo seguir disputando el partido, pero -aquí viene lo gracioso- acabaría siendo expulsado apenas 25 minutos después, tras recibir dos tarjetas amarillas en cinco minutos. No le cazaron a la primera, pero hizo todo lo posible para no acabar el partido. Y, finalmente, obtuvo su ansiada recompensa.

Agresión de Mexès a Chiellini

Puede resultar curioso hablar de la Juventus en un contexto como éste, alejado de lo puramente futbolístico, tratándose del equipo que ha logrado los dos últimos Scudettos, que alcanzó los cuartos de final de la última Champions League y que nos ha dejado momentos de gran fútbol con ese 3-5-2, tendencia ahora en el fútbol italiano. Están a tan sólo dos puntos de la sorprendente Roma de Rudi Garcia, pero es cierto que el equipo ha sufrido un pequeño bajón en su juego. Ello le ha costado cuatro puntos en sus dos partidos de Champions League, en los que ha empatado con el FC Copenhague y con el Galatasaray, dos equipos a priori inferiores. Ese bajón tiene bastante relación con la cada vez menor repercusión de Andrea Pirlo en el juego del equipo, que había sido una pieza clave en el esquema de Antonio Conte desde su llegada a Turín. Sin embargo, su calidad en el golpeo sigue intacta. Por suerte para nosotros y para Chiellini, cuyos tres últimos goles en liga con la Vecchia Signora se han fabricado en las botas de Pirlo. El último, en este mismo partido frente al Milan, enviando a la red un balón que había golpeado en el larguero tras un gran lanzamiento de falta de Andrea. De nuevo, Giorgio era protagonista. 

Giorgio Chiellini, central izquierdo en esa línea de tres que completan Bonucci y Barzagli y que también ha ocupado el puesto de lateral/carrilero en esa banda izquierda. Corpulento, poderoso en el juego aéreo y con una potente y amplia zancada, aunque no muy estilizada. No es especialmente habilidoso con el balón en los pies, pero ello no le impide sumarse al ataque con sus conducciones desde atrás. Como buen central, no se corta a la hora de dar, pero es que, últimamente, también recibe. Tras el puñetazo de Mexès el pasado domingo, una imagen se me vino a la mente: la de la agresión de Cavani al propio Chiellini en el Napoles-Juventus de la temporada pasada, en el que el delantero uruguayo y el central italiano se las tuvieron tiesas - y donde también fue el central de la Juve quien salió peor parado-. Curiosamente, en este partido también marcaba Chiellini a pase de Andrea Pirlo.

                             


Duelo Chiellini-Cavani en el último Napoles-Juventus

Decía el Coco Basile - entrenador argentino con amplia trayectoria en su país y campeón de dos Copas Américas con La Albiceleste- que los centrales debían ser feos y duros y hablaba del Cata Díaz como uno de los ejemplos a seguir. "El Cata te miraba y, sin hablar, te metía miedo", decía el Coco. Y Chiellini responde a la perfección a este perfil de central feo y duro. Sin embargo, parece que últimamente el italiano no mete tanto miedo a sus rivales. Giorgio Chiellini, central duro, de los que pegan, pero que también recibe.

29/4/13

Un descenso millonario

Londres, capital de Inglaterra y del Reino Unido, el área metropolitana más poblada de toda la Unión Europea. Ninguna otra ciudad de las grandes ligas europeas cuenta con tantos equipos en la máxima categoría como la ciudad del Támesis. Esta temporada, tras el ascenso del West Ham, la capital británica presumía de acoger a seis de los veinte equipos que forman la Premier League. Arsenal, Chelsea, Tottenham, Fulham, West Ham y Queens Park Rangers son los equipos que le dan dicho honor a la ciudad. Además de estos, Crystal Palace, Millwall y Charlton Athletic engordan la nómina de equipos londinenses con gran tradición, todos ellos en la segunda división inglesa. Sin embargo, a pesar de que aún quedan en juego algunas jornadas de competición - tres para algunos equipos, cuatro para otros- ya se sabe que uno de estos equipos londinenses no continuará en la Premier League la temporada que viene. Se trata del Queens Park Rangers.

Pese a haber ganado una Copa de la Liga en la temporada 1966/67 y formar parte de los 22 equipos que disputaron la primera Premier League (temporada 1992/93), para muchos -entre los que me incluyo- el nombre de este equipo apareció en escena cuando, en el verano de 2008, el Real Madrid llegaba a un acuerdo con Flavio Briatore - famoso en el mundo de la Fórmula 1 y por aquel entonces propietario del club- para la cesión de Dani Parejo, considerado entonces uno de los talentos con mayor proyección de futuro en la fábrica blanca. Con el ascenso del QPR a la Premier League, Tony Fernandes, un inversor malayo, compró en el verano de 2011 las acciones de Bernie Ecclestone y Flavio Briatore con la intención de asentar al equipo en la categoría y tratar de llevarlo a competiciones europeas. El malayo no escatimó en gastos para poner en marcha este proyecto, pues desde su llegada al club se ha invertido más de 70 millones de euros en fichajes:

Destacar los 25 millones invertidos en el último mercado invernal.
Cristopher Samba y Löic Rémy fueron los elegidos.
Datos tomados de www.soccerway.com

El inicio de temporada fue un aviso de lo que estaba por llegar. Tras haber sumado tan sólo cuatro puntos en las doce primeras jornadas de campeonato, el club decidió a finales de noviembre que lo mejor sería prescindir de los servicios de Mark Hughes para contratar a Harry Redknapp como nuevo entrenador del QPR. Apenas un mes después de llegar al banquillo, el técnico londinense dedicaba estas palabras a sus jugadores tras la derrota frente al Newcastle: "Hay jugadores en este club ganando demasiado dinero para lo que son. Mucho dinero para su capacidad y para lo que dan al club". Tras el partido de este último fin de semana frente al Reading , en el que el empate sin goles certificaba definitivamente el descenso de ambos conjuntos, Redknapp hablaba de la división en el campo, causada por las diferencias salariales entre unos y otros jugadores, como posible causa del pobre rendimiento del equipo. Cuando los peor pagados miran a su alrededor y piensan: “Este no lo está haciendo mejor que yo” surge el problema, y el técnico no dudó en mostrar sus críticas hacia aquellos “que ganan demasiado para sus habilidades”.

Quizás sea un poco arriesgado atribuir un descenso a una parte de la plantilla, aunque es más que probable que, analizando la relación calidad-sueldo, muchos aficionados consideren deficiente el rendimiento de más de un jugador. Se antoja complicado poder rentabilizar los fichajes de gente como Samba, Rémy, Granero o M'Bia ( entre los cuatro costaron casi 40 millones de euros) y poder continuar pagando esos sueldos, muchos de los cuales oscilarán entre los 115.000 euros semanales de Samba y los 60.000 de Bosingwa, jugando en la Championship. Que el dinero no garantiza la felicidad y menos aún el éxito deportivo es algo que todos sabían en Loftus Road. Lo que pocos esperaban es que la inversión acabase resultando a la larga tan cara. Se intuye un verano movidito en los despachos del Queens Park Rangers.




11/3/13

Déjà vu en el Camp Nou

Déjà vu: experiencia de sentir que se ha sido testigo o se ha experimentado previamente una situación nueva. Adam Goldberg, en el papel de Alexander Denny en la película dirigida por Tony Scott, habla de ello como esa sensación de estar viendo algo en vivo pero en el pasado. Sensación que, seguramente, más de uno experimente en esta noche de fútbol en el Camp Nou. José Mourinho y Roberto Di Matteo tienen gran parte de culpa en ello.

Inter de Milán, Chelsea y Real Madrid tienen algo en común, más allá de que los tres han sido dirigidos por Mourinho. Desde que Guardiola asumiera el cargo de entrenador del primer equipo del F.C. Barcelona, en el verano de 2008, estos tres conjuntos han sido, junto al Sevilla, los únicos equipos capaces de eliminar al todopoderoso Barça en eliminatorias a doble partido. Por si esto fuera poco, los tres lo hicieron jugando el partido de vuelta en el Camp Nou.. Primero fue el Inter de Mou, en las semifinales de la Champions League 2009-2010, en aquel famoso partido de los aspersores. Los italianos obtuvieron en la ida el resultado más favorable de estos tres casos mencionados. En un encuentro más abierto que el resto, el Inter remontó el gol inicial de Pedro para acabar superando al Pep Team por 3-1, obligando a los culés a hacer mínimo dos goles en la vuelta, algo que no sucedió. De nuevo Mou logró la hazaña, en el más reciente de los tres casos, esta vez al mando del Real Madrid en las semis de la Copa del Rey. El resultado en la ida no fue favorable (1-1), por lo que los blancos no pudieron renunciar por completo al ataque como en su día hicieron Inter y Chelsea y salieron al campo con una intención clara: robar el balón lo más cerca posible de la portería rival y acabar la jugada rápidamente. El Real Madrid no basó su juego simplemente en el repliegue defensivo y a la ya clásica fórmula anti-Barça basada en la defensa por acumulación de hombres le añadió una fuerte y bien armada presión que más de una desgracia le costó a los blaugrana:


Roberto Di Matteo también sabe lo que es llegar a una final continental a costa del Barcelona y celebrarlo  en territorio culé. Tras el denominado por el propio Mourinho "escándalo de Stamford Bridge", Barcelona y Chelsea volvían a verse las caras en unas semis de Champions League, esta vez con distinto resultado. Al igual que el Inter, el conjunto inglés obtuvo un resultado positivo en la ida (1-0) y Di Matteo no dudó en plantar el autobús en el Camp Nou. Los londinenses sabían que en el Camp Nou 90 minuti también son molto longo y más aún si a Terry le da por autoexpulsarse en el minuto 40. Sin embargo, el Barcelona no supo aprovechar las numerosas ocasiones de las que dispuso -penalti incluido- y, esta vez sin aspersores, los aficionados culés vieron festejar a otro equipo el pase a la final. Casualidad o no, tanto Inter como Chelsea lograron finalmente levantar la orejuda y ambos lo hicieron frente al Bayern de Múnich -equipo que dirigirá Guardiola a partir de la temporada que viene-. 

Para estas hazañas, Mourinho y Di Matteo optaron por un sistema que parece que se le ha atragantado al Barcelona, ya sea con Guardiola, Vilanova o Roura al frente. Con la defensa replegada a distintas alturas     -más arriba la del Real Madrid que la del Chelsea- ambos conjuntos dispusieron de dos líneas muy juntas, formadas por cuatro defensas y cinco centrocampistas, que apenas permitían a los atacantes culés recibir en zonas de peligro. A esta estructura se suma la defensa por simple acumulación que nos ha dejado imágenes como las de la segunda captura.


Acumulación de jugadores en defensa


En lo que respecta al tema de las bandas, se ha comentado mucho que los rivales del Barcelona ceden por completo los carriles exteriores ante la tendencia de los culés de jugar por el centro, exceptuando las llegadas de sus laterales. Sin embargo, analizando las fases defensivas de estos rivales se observa con facilidad que esta creencia es errónea. Es cierto que los laterales tratan de abandonar su posición lo menos posible, pero ello no quiere decir que las bandas queden libres. Ya se habló en su día de la labor de Eto'o como lateral derecho en la vuelta del Barcelona-Inter de Milán y su trabajo no pasó desapercibido a los ojos de otros entrenadores, pues tanto Di Matteo como Allegri han repetido la fórmula. Jordi Alba ha sido uno de los fichajes más rentables del Barcelona últimamente, pero su profundidad en ataque se paga cara. Tener dos laterales tan ofensivos como son él y Alves hace que los centrales blaugranas queden muy desprotegidos, algo que se apreció a la perfección en el partido frente al Real Madrid, en el que Piqué y Puyol se midieron en 1x1 contra los atacantes blancos en numerosas ocasiones. 

Pandev y Eto'o (Inter), Ramires y Drogba (Chelsea) y Di María han realizado
 esas labores de doble lateral, cubriendo las incorporaciones de los
laterales del Barcelona replegando hasta zonas muy retrasadas. 

Ahora es el turno del AC Milan; Allegri entra en acción.  Los rossoneri están viviendo un año raro. Las ventas en verano de Ibrahimovic, Thiago Silva y Cassano -a las que se une la de Pato en invierno- generaron un clima de pesimismo en el entorno rossonero, en el que se hablaba de éste como año de transición. Sin embargo, pocos meses después, la euforia está presente en Milanello. A la ilusionante llegada del díscolo Balotelli y las buenas sensaciones en Serie A -se han instalado en la tercera plaza tras sumar 24 de los últimos 30 puntos en juego- hay que sumar esa victoria por 2-0 frente al F.C. Barcelona. En dicho encuentro, Massimiliano Allegri decidió seguir los pasos marcados por los otros dos entrenadores mencionados unas líneas más arriba, como muestran estas imágenes:

Defensa en dos líneas: 4-5 // Defensa por acumulación
Boateng y El Shaarawy actuando como laterales.
No está atravesando un buen momento el Barcelona y son muchos los que achacan las últimas derrotas a la ausencia de Tito Vilanova. Es curioso, pues cuando el equipo ganaba nadie hablaba de ello. Será normal, supongo. Lo que no sería normal es que este equipo cayese en octavos de final frente a este Milan en una eliminatoria en la que, para muchos, la duda estaba en cuántos le caerían a los italianos. Pese a tener la liga en el bolsillo, quedar apeados de la máxima competición continental a estas alturas sería un fracaso mayúsculo. La exigencia será máxima, pero se cuenta con un punto a favor: se conoce el contexto. El déjà vu planea sobre Barcelona. ¿Durará sólo los 90 minutos de juego o se extenderá también a una  hipotética celebración de los italianos? El Camp Nou dictará sentencia. 

25/2/13

Luces y sombras del clásico francés

París-Marsella. Las dos ciudades más pobladas del país. El norte contra el sur. La capital contra la ciudad de provincias. Dos ciudades enfrentadas, pero que comparten el multiculturalismo como una de sus principales características. De hecho, Marsella puede presumir de haber sido recientemente nombrada capital cultural europea de 2013. Una rivalidad que también recoge el fútbol en las últimas décadas. Podría calificarse de rivalidad reciente, aunque no por ello poco intensa, que algunos acusan de haber sido creada por Canal + -tras adquirir la propiedad del club parisino, a principios de los 90- con el objetivo de aumentar la audiencia de la liga. Una teoría consistente, pues en el aspecto deportivo la balanza está algo desequilibrada. Frente a los nueve títulos ligueros del Olympique de Marsella, el PSG sólo acumula dos, y la última data de hace casi veinte años, en la temporada 93-94. En el apartado copero, la cosa está más igualada: diez Copas de Francia para el OM por ocho del PSG, tres Copas de la Liga para ambos y tres títulos de supercampeón francés para los marselleses, uno más que los parisinos. A nivel continental, son los dos únicos equipos franceses que han levantado un título. El Olympique de Marsella se proclamó campeón de la Liga de Campeones en 1993, frente al todopoderoso AC Milan, título al que suma dos Copas Intertoto. El PSG, por su parte, luce en sus vitrinas una Recopa de Europa y también una Intertoto.


La aparición en escena del capital catarí en París y su consiguiente llegada de varios jugadores de renombre parece haberle dado al equipo capitalino la etiqueta de grande europeo, etiqueta que algunos se niegan a darle por su relativamente reciente aparición en escena, tras refundarse en 1970. Rivalidad moderna o rivalidad negocio, lo cierto es que los aficionados de ambos conjuntos la toman muy en serio. Aficiones de sobra conocidas en nuestro país, por los tristes incidentes protagonizados en sus últimas visitas: ultras del OM en el Vicente Calderón, radicales del PSG en Bilbao y, la más reciente, la de los parisinos a Valencia, con motivo del encuentro de ida de los octavos de final de la Champions League. Todas ellas acabaron con algún herido -aficionado rival o policía- y varios radicales detenidos.

Como es de esperar, los enfrentamientos entre aficiones de estos dos equipos son más frecuentes de lo que a las autoridades les gustaría. Sin embargo, cabe destacar que en uno de los últimos enfrentamientos entre PSG y Olympique de Marsella, hace tres años, un aficionado del PSG perdió la vida- y, por si eso fuera poco chocante, aquí viene otro dato llamativo- tras ser apaleado por ultras de su propio equipo. Las gradas del Parque de los Príncipes son un fiel reflejo de las dos realidades presentes en las calles de la multirracial París y eso ha dado lugar a la división de sus aficionados más violentos en dos facciones: la de los parisinos a priori más acomodados, cercanos a la ultraderecha, y la de los numerosos inmigrantes de la capital y aquellos más próximos a la extrema izquierda.

Tifo de los aficionados del OM que reza: Paris on t'encule

Por su parte, los grupos radicales del OM comparten composición -muchos inmigrantes- e ideología con este último sector del PSG, aspecto que ha dado lugar a los numerosos enfrentamientos entre aficiones en los últimos años, lo que ha desembocado en la prohibición de traslado de la afición visitante al campo rival en alguno de estos choques y ha obligado disputar a puerta cerrada varios encuentros de estos dos equipos. 




Además de la violencia de sus grupos más radicales, ambos conjuntos comparten otro aspecto, puesto de manifiesto en este último mes: la sospecha en sus despachos. El Olympique de Marsella ya estuvo inmerso en un escándalo de amaño de partidos y sobornos durante la época más dorada del club -a principios de los años 90- cuando conquistaron cinco títulos de Ligue 1 consecutivos y se proclamaron campeones de Europa. Jean-Jacques Eydelie, uno de los jugadores de aquel OM campeón, llegó incluso a hablar de un continuo dopaje en el equipo. Un nuevo escándalo ha salpicado al conjunto marsellés en los últimos días debido a posibles irregularidades en los traspasos de André-Pierre Gignac, comprado al Toulouse, y Samir Nasri, vendido al Arsenal, en los que alguna mafia local podría haber tenido influencia.

Mientras, el nombre del PSG ha sido noticia en el último mes por su relación con el proceso conocido como 'Qatargate'. France Football sacaba a la luz en enero el posible amaño de la UEFA, orquestado por Michael Platini, para que Qatar acogiera el mundial de 2022. Obviamente, los esfuerzos del presidente de la UEFA no eran en balde. Su objetivo era la entrada de dinero catarí en Francia, con la intención de rescatar al PSG y debilitar a la potencia mediática Canal +, un medio muy crítico con Sarkozy, el expresidente francés, al que también se relaciona con la trama. Para ello, el grupo Qatar Investment Authority -Fondo Soberano de Inversión de Qatar- pasa a ser en 2012 el único accionista del club capitalino, salvándolo de la bancarrota y convirtiéndolo en equipo referencia en el país. Por otro lado, Al Jazeera -cadena creada por el gobierno catarí-  ha comprado los derechos de televisión de la Ligue 1 esta temporada, arrebatándoselos a Canal + en ese intento de frenar el poder de dicha compañía.

Sombras en los despachos, luces en el campo

Pero, por fortuna, al fútbol no se juega ni en los despachos ni en las gradas. Y en el césped el partido no defraudó. Por primera vez después de varios años ambos conjuntos llegaban a Le Classique metidos de lleno en la lucha por el campeonato. Antes del pitido inicial, cinco puntos separaban a PSG y OM, con el Olympique de Lyon empatado a puntos con los parisinos gracias a su victoria frente al Lorient unas horas antes. Por tanto, pese a que restan doce jornadas para finalizar la temporada, los ocho puntos a los que el OM queda de la primera plaza tras la derrota de ayer parecen descartar al conjunto de Elie Baup de la pugna por el título. Salvo un despiste excesivo de los de Ancelotti en caso de seguir vivos en Champions League, se antoja complicado que el Paris Saint-Germain pierda demasiados puntos de aquí a final de temporada.

Sin embargo, el marcador no refleja la realidad que se vivió en el terreno de juego. El Olympique de Marsella fue superior en muchos tramos del partido y sus jugadores provocaron que Sirigu hiciera honor a su nombre (Salvatore), con varias intervenciones de mérito a lo largo del encuentro. Con Ibrahimovic algo desaparecido, Lucas Moura y Lavezzi fueron los hombres que más peligro generaron en el cuadro local. Con sus rápidas conducciones, bien en ataque estático o en vertiginosas transiciones lanzadas por Verratti y Pastore, ambos jugadores pusieron en apuros a un Marsella muy volcado ofensivamente tras el tempranero 1-0. Destacar por parte de los marselleses la, como siempre, excelsa actuación de Mathieu Valbuena, ese jugador tan pequeño en tamaño como enorme en aportación. Recibiendo a espaldas de los centrocampistas parisiens y creando continuas superioridades en ambos perfiles del ataque del OM, su trabajo fue crucial para generar las numerosas ocasiones de las que dispuso su equipo.

Se descuelga el OM de esa lucha por la Ligue 1, pero no puede descuidarse, pues tendrá que luchar contra Niza y Saint-Éttiene por esa tercera plaza que da acceso a la máxima competición continental. El PSG da un paso importante en esa batalla por el liderato que a partir de ahora librará en exclusividad con el Lyon si todo sigue el camino esperado. A pesar del ruido proveniente de los despachos que precedió al encuentro, esta vez en Le Classique sólo se habló de fútbol.

29/1/13

El Nouveau Château de Alan Pardew

Pocas veces una victoria acarrea críticas negativas. Y eso sucede con menos frecuencia aún cuando esas críticas proceden de una persona completamente ajena al partido en cuestión. ¿Quién le iba a decir a Arsène Wenger, tras cosechar un importante triunfo por 0-1 en el Santiago Bernabéu en la ida de los octavos de final de la Champions League del año 2006, que ese partido suscitaría la crítica de uno de sus compañeros de profesión en la Premier League?

Pues bien, el susodicho objetor fue Alan Pardew, por aquel entonces entrenador del West Ham y actualmente en el banquillo del Newcastle. Un blog de aficionados de 'Las Urracas' ( www.nufcblog.org ) rescata las declaraciones que Pardew realizó a raíz de la citada victoria del Arsenal en Madrid. Sus objeciones hacían referencia a la alineación desplegada por los 'Gunners' esa noche, en la que no se encontraba ningún jugador inglés. Pardew mencionaba un titular en el que aparecía el Arsenal como 'equipo bandera' británico y ponía en cuestión ese término "británico". A pesar de reconocer la contribución que habían hecho a la Premier tanto los jugadores como los entrenadores extranjeros, el entrenador nacido en Wimbledon defendía la importancia de que los equipos de la Premier League, especialmente los mejores clubes, no podían olvidarse de los jugadores ingleses. Se permitió, incluso, ponerse como ejemplo de referencia, hablando del orgullo que le producía al West Ham tener tantos jugadores ingleses y asegurando que ello no cambiaría, al menos mientras él permaneciera en el cargo. ¿Qué pensará ahora el bueno de Pardew sobre esto?

El Newcastle, decimosexto clasificado de la Premier League tras 23 jornadas disputadas, a tan solo dos puntos de los puestos de descenso, ha necesitado del mercado invernal de fichajes para tener la repercusión que no ha sabido ganarse en competición. Cinco han sido los movimientos que se han producido en el club del Saint James' Park: la sonada salida de Demba Ba al Chelsea por 8'5 millones de euros y las llegadas de Haïdara ( 2,5 M), Gouffran ( 4 M), Yanga-Mbiwa ( 8 M) y Debuchy (6,2 M), todos ellos procedentes de diferentes clubes de la Ligue 1 francesa y de idéntica nacionalidad, bien por nacimiento o por nacionalización. Pero todavía hay más. Poco más de dos años lleva Pardew al frente del Newcastle, y resulta curioso echar un ojo a las incorporaciones que el club ha realizado desde su llegada:

Datos obtenidos en www.soccerway.com

Tan solo dos jugadores de nacionalidad inglesa fichados durante la estancia de Pardew al frente, que muy poco, o más bien nada, han entrado en los planes del de Wimbledon. Para aportar más datos, la relación de los minutos disputados por los 21 jugadores más utilizados en estas dos últimas temporadas, ordenados de mayor a menor participación.



Únicamente tres jugadores ingleses entre los once más frecuentes en el equipo de Pardew. Danny Simpson y  Mike James Williamson repiten 'galardón', al menos hasta estas alturas de temporada, mientras que James Perch entra en ese 'Top 11' en detrimento de Ryan Taylor, cuya participación en el equipo se ha visto truncada por una lesión. Un total de diez jugadores ingleses figuran en la primera plantilla del Newcastle esta temporada 2012/2013 , casualmente el mismo número que de jugadores franceses tras las recientes incorporaciones. Es cierto que Pardew está sabiendo explotar a la perfección uno de los mercados  más rentables en cuanto a la relación calidad-precio como es la Ligue 1 -algo que él mismo ya ha experimentado con Cabaye y Ben Arfa, en quienes el conjunto inglés invirtió cinco y seis millones de euros respectivamente-
pero no es menos cierto hablar de lo llamativo de este asunto tras rescatar esas declaraciones de Pardew. Desconozco si este interés del entrenador por los futbolistas de nacionalidad/habla francesa es algo personal o si es pura casualidad que se hayan juntado bajo su tutela catorce jugadores que tienen el francés como lengua materna. De la misma forma, desconozco si esas críticas hacia Wenger respondían a una cuestión personal contra el entrenador del Arsenal o es que, simplemente, el entrenador inglés ha olvidado repentinamente esa filosofía que proclamaba orgulloso años atrás. Casualidad, ajuste a unas necesidades o hipocresía. El caso es que ya hay quien habla de Nouveau Château para referirse a este Newcastle de Alan Pardew. Y no les falta razón.

Una posible alineación del Newcastle, repleta de franceses a excepción de la portería.
Fotografía obtenida en el twitter @fkhanage

16/1/13

Aranda: el fútbol como vía de escape


Carlos Reina Aranda, conocido por todos como Aranda y fácil de distinguir por su 'peinado'. A los ojos de la mayoría, un jugador más, uno de tantos que pasan por nuestra primera división, sin hacer demasiado ruido. De los que en futuro hablaremos como "un jugador normalito" y que incluso algunos ni recordarán. Es probable, incluso comprensible, que por méritos puramente futbolísticos, muchos olviden su nombre con el paso de los años. En cambio, su historia, no encaja dentro de esa normalidad.

Por todos son conocidas las historias -más o menos duras- que narran la infancia de aquellos que hoy en día ocupan los escalones más altos en la esfera mediática del fútbol. Véase los casos de Ibrahimovic, Balotelli o Cristiano, de quienes fácilmente podemos encontrar reportajes que tratan de acercarnos a su pasado antes de convertirse en estrellas. Sin embargo, la de Aranda, es una historia peculiar.

Criado en la barriada malagueña de El Palo, Aranda (27 de julio de 1980) encontró en el balón ese compañero con el que evadirse del difícil entorno que le rodeaba. Según él mismo contó hace años en unas declaraciones para El País, su padre abandonó a su familia cuando el apenas era un crío y su madre Nina, que había tenido problemas con las drogas, falleció a causa de un cáncer. Esto provocó que el pequeño Aranda creciera bajo la tutela de sus abuelos, y con la siempre atenta mirada de sus tíos maternos hacia él, a quienes reconoce el mérito de haber conducido su vida hacia el fútbol.

Las palabras del propio Aranda nos hacen darnos cuenta de la dimensión que el fútbol alcanzó en su infancia: "nunca pedí dinero a nadie, iba a pescar pulpos para vendérselos luego a los restaurantes". Todo lo hacía, dice el malagueño, "para comprarme unas botas y un balón". Sin embargo, el pequeño Aranda creció, y, con la adolescencia, sus intereses cambiaron. "Robé una moto para [vendiéndola] comprar unas gafas surferas para mi novia. Un amigo le hizo el puente y, cuando iba a arrancarla, llegó la policía. Mi primer robo y... pillado. Mi compinche estaba a mi lado, pero asumí solo lo ocurrido. No le delaté".

Por si todo lo anteriormente contado sobre su vida era poco, a ello hay que sumarle algo más. En un encuentro con sus amigos de la infancia, Aranda presenció cómo uno de ellos mató a navajazos a otro chico del grupo. "Era un gafe que siempre iba de cuchillo por ahí. Se mosqueó porque mi amigo le separó de una pelea y lo pagó con él. Yo estaba allí cuando mató a mi compañero. Está en la cárcel. Pero, como era menor, en cinco años saldrá otra vez. La mayoría de mis amigos acabó en la prisión".

Pero a Aranda, la suerte le debía una, y tuvo la fortuna de encontrar en el fútbol una vía de escape a todos esos problemas. Tras finalizar un partido con su club, El Palo, Aranda tuvo un encuentro con un desconocido que cambiaría el rumbo de su vida. Aquel desconocido resultó ser Vicente del Bosque, por aquel entonces director general de la cantera del Real Madrid.

Aranda hablaba de Vicente con emoción, en un tono agradecido: "Aguantó mucho mis travesuras. Yo era un bala perdida en una ciudad grande y quería volver a mi playa. No cumplía las ordenes. Pero echaba a otros jugadores, no a mí". Y es que Vicente tomó la decisión de dejarle seguir en la cantera blanca, algo que recordaba orgulloso: "Me enteré después de que había robado una moto, pero decidí mantenerle en la cantera del Madrid porque, si le hubiéramos echado, quizá habría sido un delincuente". Parece ser que, para Del Bosque, Aranda no era uno más: "Ganamos a un gran futbolista y salvamos a una persona maravillosa. La cantera madridista no es sólo para los chicos rubios y guapos. Era muy travieso. Le dejé bien claro que el Madrid no es una fabrica de vagos. Como huía de la escuela, le pusimos un profesor particular en la Ciudad Deportiva".

Y parece que el delantero malagueño supo responder con acierto a esa atención recibida, llegando a disputar cerca de 130 partidos con la camiseta blanca en todas las categorías, en los que logró anotar 66 goles. Tal fue su impacto inicial que llegó incluso a gozar de algunos minutos en Champions con el Real Madrid en 1999 y 2001, frente al Molde noruego y al Lokomotiv de Moscú respectivamente.

Actualmente, Aranda es noticia por la tensión que ha generado en Zaragoza su decisión de abandonar el club. El jugador parece tenerlo claro, quiere jugar en Granada, para poder así estar cerca de su familia, debido a la reciente pérdida de su abuela. Hay ocasiones en las que el contexto resulta determinante en la toma de decisiones y ésta es una de ellas.

Aranda no será recordado por ser de esos jugadores que ocupan cada semana las portadas de los medios. Es más que probable que ni tan siquiera los aficionados de algunos de los equipos para los que ha jugado a lo largo de su carrera guarden de él un recuerdo especial en lo que al aspecto puramente futbolístico se refiere. Sin embargo, en Soria sí dejó huella.

Para terminar esta entrada, me gustaría dejar algunos resúmenes de partidos que Aranda disputó con el Numancia en nuestra última temporada en Primera División (2008/2009), en la que el delantero anotó seis goles en 20 encuentros, y que le llevó a firmar por Osasuna, dejando en las arcas numantinas 1,2 millones de euros aproximadamente. En su comunicado de despedida queda reflejado el cariño mutuo entre el jugador y la afición rojilla.