14/3/12

Sólo queda el OM

Cinco equipos franceses iniciaban la temporada en competiciones europeas. Lille, O.Marsella y O.Lyon lo hacían en la máxima competición continental, la UEFA Champions League; el todopoderoso PSG y el Rennes, eran las bazas francesas en la UEFA Europa League. Tan sólo dos de los cinco equipos lograron la clasificación en la fase de grupos: el O.Marsella y el Lyon. Lille y Rennes acababan en la última posición de sus respectivos grupos, mientras que el PSG se dejaba el pase en Austria, frente al Red Bull Salzburgo, equipo con el que empataría a puntos pero perdía en el gol average particular (3-1 en Francia y 2-0 en Austria).

El sorteo de los octavos de final de la UCL emparejaba al OM con el Inter de Milán y al Lyon con el APOEL Nicosia, una de las sorpresas de esta Champions League. Ambos equipos empezaban con victoria en sus respectivas eliminatorias, ambos como locales y por el resultado de 1-0. El Lyon fue muy superior a su rival en Gerland, y quizás ahora algunos se acuerden de las ocasiones falladas en ese partido. El OM, por su parte, lograba un gol en el último minuto de un encuentro en el que los de Didier Deschamps llevaron la iniciativa y el Inter se limitó a esperar atrás y buscar rápidos contraataques.

Al Lyon le esperaba un duro choque en Chipre, donde el APOEL había logrado dos victorias en los tres encuentros disputados en la fase de grupos. El brasileño Manduca adelantaba a los locales en el minuto nueve, en un inicio fuerte de los de Nicosia. Le esperaba un largo partido a los de Remi Garde, aunque el Lyon no se echo atrás y trató de buscar el gol, con más ganas que acierto. Se llegaba a la prórroga del partido, y ahí tuvo sus oportunidades más claras el equipo francés. Sin embargo, no lograron aprovecharlas, por lo que se cumplieron los 30 minutos de prórroga y la clasificación debía decidirse en los penaltis. Chiotis se erigió en el héroe de la noche, con sus paradas a los lanzamientos de Lacazette y Bastos, y no hizo falta que el APOEL lanzara su último penalti para saberse ya clasificados. En su segunda participación en la competición, el APOEL lograba el pase a cuartos de final, siendo el primer equipo chipriota en hacerlo.

El Marsella recuperaba a Rémy y Valbuena para el encuentro en Milán, pero, aún así, el partido se antojaba complicado para los de Deschamps. La presencia de Sneijder, Forlán y Milito en el once inicial del Inter suponía una amenaza para la defensa marsellesa. El Inter empezaba el partido con dos ocasiones muy claras, precisamente en las botas de Sneijder y Milito, que Mandanda lograba atajar. Sin embargo, el Inter no llevó demasiado peligro a la portería visitante y era el OM quien buscaba el gol, por su peligrosa banda derecha. Un barullo en el área del Marsella, a la salida de un córner, acababa con gol de Milito, en el minuto 75.

Todo parecía indicar que el partido se marcharía a la prórroga, sin embargo, Brandao -que había entrado al campo apenas cinco minutos antes- ponía el empate en el marcador en el minuto 92. Quedaba un minuto de partido y el Inter debía hacer dos goles para lograr el pase, algo que parecía imposible. A pesar de ello, el Inter acababa imponiéndose en el partido por 2-1 al transformar Pazzini un penalti cometido por Mandanda en la última jugada de partido.

El viernes tendrá lugar el último sorteo de la competición, el que dejará ya claros todos los enfrentamientos hasta la final y en el que Francia estará representada por un sólo equipo, el Olympique de Marsella. Barcelona, Real Madrid, Bayern de Múnich o Milán son algunos de los equipos que se podrían encontrar en cuartos, y lo harán, en el partido de ida, con las bajas seguras por sanción de Mandanda y Diawara.

3/3/12

La línea que sustenta al bloque

El Girondins de Burdeos empezaba la temporada algo dubitativo. Cuatro partidos hicieron falta para que los de Gillot lograran la primera victoria, tras una derrota y dos empates. En la duodécima jornada el Girondins sumaba tan sólo 12 puntos, tras lograr su segunda victoria de la temporada -que le permitía salir de los puestos de descenso-. Sin embargo, tras el parón invernal, llegaron los cambios. Cambios tácticos e incorporaciones de nuevos jugadores que han resultado decisivos en el sistema utilizado por Gillot.

Mariano (3M), jugador procedente del Fluminense brasileño, titular en el carril derecho de este esquema. Obraniak (1M), que no estaba gozando de muchos minutos en el Lille, ha tomado gran relevancia en el medio del campo del Girondins, llegando a anotar tres goles en los cinco partidos que ha disputado, todos ellos al completo.

Éste es el esquema que viene utilizando Gillot en los últimos partidos. Un bloque sustentado en una sólida defensa que aporta, junto a N'Guemo, el equilibrio necesario para los hombres de más calidad. Una defensa formada por cinco hombres -en la que profundizaré más adelante- escoltada por tres centrocampistas, muy juntos en fase defensiva pero con los interiores más liberados en ataque. Los dos laterales son piezas muy importantes en el once de Gillot. Abriendo siempre el campo y llegando constantemente a posiciones adelantadas, nutren de balones a los delanteros, que, por lo general, tienden a esperar su oportunidad en el área rival. Obraniak y Plasil son los encargados de poner la pausa a un equipo que, en ocasiones, peca de querer llegar arriba demasiado rápido. Sin demasiado juego interior, son los centrales quienes muchas veces deben iniciar la jugada, con balones largos a ambas esquinas. Arriba, tanto Gouffran como Maurice-Belay son hombres más de conducción que de asociarse, más de ruptura que de apoyo. En las rápidas transiciones del equipo, no son frecuentes sus caídas a tres cuartos, sino que habitan las inmediaciones del área, esperando balones, bien al espacio o bien centros desde la banda.




La línea de cinco defensas es una de las claves de los últimos resultados del Girondins. Muy trabajada, los movimientos de los tres centrales recuerdan a los de un acordeón. En cuanto uno de sus jugadores se adelanta, el resto le acompaña. Siempre perfilados, con el balón como referencia, adelantan filas en cuanto intuyen un posible pase a sus espaldas. Cuando uno de los centrales sale acompañando a un rival, la línea se reconstruye rápidamente de dos posibles formas: si la línea está bien posicionada, los miembros restantes cierran espacios y forman un línea de cuatro; si la línea defensiva no está bien compuesta, es N'Guemo quien pasa al centro de la zaga. Esta línea, sin embargo, adopta posiciones bien diferenciadas dependiendo de la fase en la que se encuentre el juego. Se puede observar en estas dos imágenes:



[En ambas imágenes, rodeados de rojo, los defensores; en negro, los centrocampistas]
A la izquierda, las líneas ordenadas en fase defensiva, con los cinco defensores alineados (lat.izq. acompaña a su extremo) y los tres centrocampistas por delante, basculando en torno al movimiento de balón. A la derecha, la colocación del equipo en la salida de balón, con los dos laterales adelantados y bien abiertos, N'Guemo (MCD) guardando la posición y Obraniak y Plasil buscando líneas de pase algo más arriba.

La función de los laterales, como ya he comentado, es primordial en fase ofensiva. Ambos se incorporan rápidamente al ataque, siempre pegados a la banda, ensanchando mucho el campo y permitiendo más espacios para el resto de jugadores. Asimismo, actúan como referencia en muchas ocasiones -suelen ser la primera opción de pase- y eso permite liberar a los delanteros de la creación, limitándose a facilitar, con sus desmarques, el pase que les deje solos frente al portero o simplemente a buscar el remate en el área.

A continuación, tras haber repasado ya algunas de las características de este sistema utilizado por Gillot, hablaré sobre los jugadores más importantes -siempre desde mi punto de vista- de cada una de las tres líneas que componen este esquema táctico.

               Planus
Obraniak 
Maurice-Belay
 ©GIRONDINS.COM
 ©GIRONDINS.COM
©GIRONDINS.COM
Situado en el centro de la zaga y casi a modo de líbero            -aunque nunca pierde la referencia de su línea- acude a todas las ayudas defensivas con rapidez y efectividad en el quite. 
Fundamental desde su llegada en el mercado de invierno. Es el encargado, junto a Plasil, de aportar la pausa a un equipo demasiado directo en ocasiones. Un peligro siempre a balón parado. 
Falto de precisión en algunas definiciones, su velocidad en carrera es un peligro para la defensa rival, y más con dos pasadores por detrás de la talla de Obraniak y Plasil.

El Girondins debe afrontar dos salidas complicadas en las próximas jornadas, primero a Brest y luego al Parque de los Príncipes. Veremos si continúa con la buena racha -ha conseguido13 de los últimos 18 puntos en juego- con este característico sistema.