22/2/12

Juego congestionado; falta de ideas.

Volvía la Champions League a Marsella, con un equipo enfrente 'a priori' superior, de mayor entidad, de más nombre, pero cuyos últimos partidos -cinco derrotas y un empate en los seis últimos encuentros- le daban un plus de esperanza a los de Didier Deschamps. Por su parte, el Marsella llegaba al choque tras haber acumulado 15 partidos consecutivos sin perder, con tan sólo 3 empates, eso sí, dos de ellos en las dos últimas jornadas de Ligue 1.

Con la baja de Rémy arriba, en el OM sólo faltaba saber quién jugaría como delantero, y Brandão tenía todas las papeletas. Muy a mi pesar -creo que jugar con Jordan Ayew desde el principio podría haber resultado mucho más productivo- el brasileño fue titular finalmente. Mientras, Ranieri dejaba algunas sorpresas en su once inicial, con la presencia de Zárate y Forlán arriba, con Sneijder por detrás de ellos. En lo que no sorprendió el conjunto italiano fue en su planteamiento de juego. 

Parecía claro que el Inter iría a Marsella a mantener el 0-0, dejando la eliminatoria abierta para tratar de sellar la clasificación en Milán, y eso fue lo que ocurrió. Lo que defraudó, en mi opinión, fue la pobre respuesta del Marsella. El equipo de Deschamps no supo reaccionar ante el repliegue interista y basó la mayor parte de sus acciones ofensivas en colgar balones a un área poblada de jugadores rivales, con la presencia de Brandão como único representante de los locales en la mayoría de las jugadas.


André Ayew estuvo desaparecido durante toda la primera parte. Amalfitano, muy incisivo como siempre, pero poco eficaz con el balón. Cheyrou participó en todas las transiciones del equipo, pero anduvo demasiado lento en muchas ocasiones para mover el balón. Destacar, para bien, las actuaciones de Azpilicueta -incansable en el lateral, está cuajando una gran temporada, no extrañaría una llamada de Del Bosque- y Valbuena -el único que creó algo de juego por dentro, muy dinámico y ofreciéndose en todo momento-.  Una buena muestra de la participación de Valbuena hoy, ésta imagen de sus intervenciones:
                                                                                                                                                                   
Tras una primera parte muy lenta, con el juego del Marsella falto de creatividad y alternativas, se podía preveer una temprana entrada al campo del pequeño de los Ayew, cuya movilidad y velocidad podría hacer bastante daño a espaldas de los centrales interistas. Sin embargo, Deschamps no decidió sacarle hasta el minuto 73 de partido. Poco a poco, el Marsella iba haciéndose con el partido, y los centros desde la banda empezaban a encontrar rematador -André Ayew en la mayoría de los casos-. No cambió demasiado el guión del encuentro, pero al final del partido, de la forma quizás menos esperada, llegaría la recompensa al equipo que trató de proponer algo distinto en el campo.

 André Ayew, adelantándose a un Chivu flojo en la marca, remataba a gol un córner botado por Valbuena desde la banda izquierda. Llegaba la locura a las gradas del Vélodrome en el último minuto de partido; veremos si se desata también la locura generalizada en Milán el 13 de marzo, o si, por el contrario, serán las calles de Marsella las que se llenen de euforia. El resultado no es demasiado amplio, pero creo que el OM tiene lo necesario para mantener la ventaja.

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