9/10/13

Giorgio Chiellini, el central que más recibe

Apenas se habían jugado cuatro minutos de la segunda mitad cuando las cámaras enfocaban a Giorgio Chiellini retorciéndose de dolor en el área pequeña del Milan. Nadie había visto nada, o al menos ninguno de los cinco árbitros sobre el césped. Entre ellos estaba el juez de área, figura famosa en competiciones europeas por su poco o nulo peso a la hora de tomar decisiones. Pocas veces se mojan, pero esta vez ni siquiera pareció ver lo sucedido, a pesar de ser el mejor colocado. Mexès debió de pensar que era un genio, que él daba y no le veían y,visto lo visto, razón no le faltaba. O quizás sí. Es cierto que ninguno de los árbitros del encuentro pudo ver que el central francés soltaba su puño derecho rumbo a la cabeza de Chiellini. Mexès había pasado la primera prueba, la del ojo humano. Los fallos del directo, supongo. Pero cada vez es más difícil superar la segunda, la del objetivo de las numerosas cámaras de televisión que recogen hasta el más mínimo detalle en cada partido. Las consecuencias de no superar esta segunda "prueba" serán nefastas para el jugador y también para el Milan: cuatro partidos de sanción. Pero hay algo más curioso en todo esto. Tras su agresión a Chiellini, el central milanista pudo seguir disputando el partido, pero -aquí viene lo gracioso- acabaría siendo expulsado apenas 25 minutos después, tras recibir dos tarjetas amarillas en cinco minutos. No le cazaron a la primera, pero hizo todo lo posible para no acabar el partido. Y, finalmente, obtuvo su ansiada recompensa.

Agresión de Mexès a Chiellini

Puede resultar curioso hablar de la Juventus en un contexto como éste, alejado de lo puramente futbolístico, tratándose del equipo que ha logrado los dos últimos Scudettos, que alcanzó los cuartos de final de la última Champions League y que nos ha dejado momentos de gran fútbol con ese 3-5-2, tendencia ahora en el fútbol italiano. Están a tan sólo dos puntos de la sorprendente Roma de Rudi Garcia, pero es cierto que el equipo ha sufrido un pequeño bajón en su juego. Ello le ha costado cuatro puntos en sus dos partidos de Champions League, en los que ha empatado con el FC Copenhague y con el Galatasaray, dos equipos a priori inferiores. Ese bajón tiene bastante relación con la cada vez menor repercusión de Andrea Pirlo en el juego del equipo, que había sido una pieza clave en el esquema de Antonio Conte desde su llegada a Turín. Sin embargo, su calidad en el golpeo sigue intacta. Por suerte para nosotros y para Chiellini, cuyos tres últimos goles en liga con la Vecchia Signora se han fabricado en las botas de Pirlo. El último, en este mismo partido frente al Milan, enviando a la red un balón que había golpeado en el larguero tras un gran lanzamiento de falta de Andrea. De nuevo, Giorgio era protagonista. 

Giorgio Chiellini, central izquierdo en esa línea de tres que completan Bonucci y Barzagli y que también ha ocupado el puesto de lateral/carrilero en esa banda izquierda. Corpulento, poderoso en el juego aéreo y con una potente y amplia zancada, aunque no muy estilizada. No es especialmente habilidoso con el balón en los pies, pero ello no le impide sumarse al ataque con sus conducciones desde atrás. Como buen central, no se corta a la hora de dar, pero es que, últimamente, también recibe. Tras el puñetazo de Mexès el pasado domingo, una imagen se me vino a la mente: la de la agresión de Cavani al propio Chiellini en el Napoles-Juventus de la temporada pasada, en el que el delantero uruguayo y el central italiano se las tuvieron tiesas - y donde también fue el central de la Juve quien salió peor parado-. Curiosamente, en este partido también marcaba Chiellini a pase de Andrea Pirlo.

                             


Duelo Chiellini-Cavani en el último Napoles-Juventus

Decía el Coco Basile - entrenador argentino con amplia trayectoria en su país y campeón de dos Copas Américas con La Albiceleste- que los centrales debían ser feos y duros y hablaba del Cata Díaz como uno de los ejemplos a seguir. "El Cata te miraba y, sin hablar, te metía miedo", decía el Coco. Y Chiellini responde a la perfección a este perfil de central feo y duro. Sin embargo, parece que últimamente el italiano no mete tanto miedo a sus rivales. Giorgio Chiellini, central duro, de los que pegan, pero que también recibe.

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