30/10/11

El arte de reinventarse

Como estudiante de primer curso de Periodismo, he de decir que uno puede tener ciertas dudas sobre su futuro profesional tras leer estos tres trabajos. Sin embargo, a pesar de que la situación actual no es buena, como nos describen Cossete Castro, Anthony Smith y Nobre Correia, lo normal es que poco a poco se vuelva a la normalidad, y las empresas consigan adaptarse al nuevo escenario surgido en el mundo de la información periodística.

En estos documentos se nos muestran varios problemas que están afectando en los últimos años al periodismo. Uno de los principales ha sido la llegada de Internet, y el mal uso que la prensa escrita ha hecho de la oportunidad que éste suponía – según cuenta José Manuel Nobre Correia- ya que las empresas de comunicación no han sabido rentabilizar su uso. Nobre Correia cree que las empresas debían haberse acercado a Internet mucho antes, y sobre todo tratar de obtener beneficios económicos con ello, en lugar de intentar recuperar gratuitamente una audiencia que habían perdido mucho tiempo atrás. Por otro lado, también habla del daño que ha hecho la TDT (Televisión Digital Terrestre) en el sector televisivo, que ha sufrido una gran fragmentación de la audiencia debido a la aparición de numerosos canales. Así mismo, Cossete Castro muestra como el avance de lo que llama “industria de contenidos” ha permitido que personas corrientes puedan producir contenidos de información y presentarlos en la red como un periodista más, lo que supone también una nueva competencia para los profesionales. Anthony Smith muestra cómo los periódicos -seguramente el soporte más afectado por esta crisis- han perdido parte de sus suscripciones y han sufrido un gran descenso en sus beneficios por publicidad. Esto ha producido el cierre de varios periódicos en numerosos países, la reducción de algunas plantillas de trabajo, y el recorte en el número de páginas publicadas, entre otras muchas consecuencias negativas.

Personalmente, creo que el gran reto que afronta el mundo de la comunicación es el de rescatar la prensa escrita, si acaso las empresas confían aún en que ésta pueda aportar algún beneficio. Como nos dejan ver estos trabajos, el periódico es el soporte que más está acusando esta situación. Los periódicos no han sabido sacar provecho de Internet, y tampoco han podido hacer frente a la llegada de diarios gratuitos. A consecuencia de esto último, los diarios de pago han ido perdiendo lectores, y eso a su vez ha provocado el descenso notable de ingresos por la publicidad. Podemos observar esta situación en el trabajo de Manuel Correia, donde se nos muestra que a principios de 2009, la inversión publicitaria en la prensa diaria había sufrido un descenso del 30% respecto al mismo periodo del año anterior.
Por otro lado, parece claro que Internet es el medio que mejor se ha adaptado al nuevo escenario. En la actualidad, toda empresa o institución que quiera hacerse un hueco en el mercado o empezar a darse a conocer debe utilizar Internet para ello. En el año 2006 alcanzó los mil cien millones de usuarios y se estima que en diez años la cantidad de navegantes de la red aumentará a 2.000 millones. Este dato nos deja ver la magnitud que este medio ha alcanzado en menos de 20 años, ya que fue en 1993 cuando se hizo legal el uso comercial de Internet. El hecho de que gran parte de la población - sobre todo en los países desarrollados- tenga la posibilidad de hacer uso de este medio ha producido un gran aumento de las inversiones publicitarias en la web, aunque aún no alcanza el nivel de beneficios que aportaba años atrás la publicidad en la prensa escrita. La llegada de Internet ha supuesto un gran cambio, respecto a anteriores herramientas, en la relación entre medios de comunicación y movimientos sociales, debido principalmente a esto: Internet es una red abierta, el acceso es universal; funciona permanentemente las 24 horas del día, la actividad no está limitada por ningún horario de oficina o de emisión; permite la comunicación en dos sentidos, es decir “interacción”, rompiendo con la antigua relación de los medios clásicos emisor =>receptor; el flujo de información se realiza en tiempo mínimos, casi inapreciables en comparación con los tiempos de otras formas de comunicación; Internet no depende de la localización espacial, es independiente de la geografía.

Desde sus inicios, el periodismo ha tenido que evolucionar al ritmo de las innovaciones tecnológicas. El problema es que los cambios tecnológicos actualmente se dan con mucha mayor rapidez, y el tiempo de reacción es menor. El periodismo debe reinventarse, encontrar nuevas formas de canalizar el contenido, respondiendo a las nuevas demandas de los usuarios. El investigador Herbert Simon dijo que el periodismo tiene “la necesidad de asignar de manera eficiente la atención entre la sobreabundancia de fuentes de información”, pero hay que ir más allá. No basta con conseguir la atención del usuario, “tienes que conseguir monetizar esa atención”, dice. Sin embargo, llegados a este punto, aparecen algunas dudas. El periodismo ha convivido con dos modelos de rentabilidad que han entrado en decadencia en los últimos años: la rentabilidad mediante la venta de espacios publicitarios y la que se basa en el pago por parte del usuario. Éste último modelo está sufriendo bastante debido a la crisis económica actual, y sería algo arriesgado intentar empezar a cobrar por el consumo de información en la red. Por ello creo que el futuro de los medios pasa en gran parte por los ingresos procedentes de la publicidad. Sin embargo, las empresas informativas no han sabido manejarse correctamente en ese medio digital que parece ser el futuro, mientras que otras empresas han sabido explotar mejor el poder de Internet y atraer con más facilidad y mejores condiciones a los anunciantes. Por ello, las empresas informativas deberán aprender a hacer publicidad, amoldándose a este medio, para que los anunciantes se den cuenta de que pueden extraer mucho más partido de su publicidad en las webs de los medios de comunicación.

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